jueves, 4 de agosto de 2011

El sueño de Jesús Gil

It is the triumph of surrealism that the real has become surreal, and that you have a demonstration of the surreal every day. Didier Ottinge - Centre Pompidou
Juara - Tioman Island
El otro día se acabó mi paso por otro país más de los que he visitado y justo ahora me doy cuenta de que no he hecho ningún comentario como el que se merecen vuestras inquietas mentes. Durante semanas no he reparado demasiado en ello porque estaba de vacaciones, descansando en las islas de Tioman, Perhentian o Langkawi, pero al llegar a la capital, lo empecé a ver claro y durante un par de días me aventuré por las calles de la ciudad buscando pruebas y testimonios que refutaran lo que parecería evidente a cualquier cerebro despierto. A mi me costó un poco más, pero ya no tengo duda. No he dicho de qué país se trata, pero estoy seguro que lo adivináis en el siguiente párrafo.

A menudo hacemos las cosas con prisas, improvisando, parcheando con los medios disponibles, haciendo chapuzas al fin y al cabo. Sin embargo, aquí se han hecho las cosas poco a poco y con cabeza. Eso es lo que le ocurrió al difunto Jesús Gil, que apoyándose en la popularidad que le daba ser presidente del Atlético de Madrid, alcanzó la alcaldía de Marbella. Atrayendo la atención de los dueños del petróleo, quiso crear una ciudad y un equipo de ensueño, pero sus delirios de grandeza se truncaron y todo se quedó en un burdo intento, dejó a la Pantoja sin novio y él acabó en la cárcel.

Pero no te preocupes, Jesús, que alguien observó tus errores y, como si de una misión bíblica (más bien coránica) se tratara, se encargó de poner en el mapa un país dedicado al Atleti. Lo iban a llamar malasuerte, haciendo honor a la fama del equipo, pero como todos los países vecinos acaban en "ia", siguieron el ejemplo. La bandera, como la del Atleti, pero con un detalle porque Tailandia, el país vecino, es un descontrol, un desastre de full moon party y mamarrachadas similares, así que lo hicieron musulmán para que la gente se centrara en cosas importantes, nada de estar dándole a la cerveza todo el día. Por eso la bandera incluye esa media luna en vez del oso y el madroño. Y la estrella, dedicada al doblete.
Las líneas aéreas que tienen base en KL, rojiblancas y lo mejor, chulería madrileña, es que usan como moneda el RM, como si les sobrase la pasta para comprar al equipo rival.


Descubrieron petróleo y se pusieron en marcha para construir un país a lo grande, como grandes son las mayores torres gemelas del planeta, las Petronas, como la compañía petrolera. Después pusieron en marcha lo que todos los países del mundo dicen que hay que hacer y no hacen, mandaron a miles de estudiantes a estudiar a las mejores universidades del mundo y hicieron que todo el mundo aprendiera inglés y, por si eso no era suficiente, dejaron libertad económica y de culto a las minorías de origen chino e hindú, que son los que realmente mueven el país, que nadie se sorprenda. Los musulmanes, según me dijo un taxista, sólo se dedican a rezar y a quejarse, pero nada de trabajar, son unos vagos.
Torres Petronas - KL
Ay, si Jesús Gil pudiera ver todo el país cubierto de banderas rojiblancas, seguro que resucitaba.
El reloj de la Puerta del Sol en KL
Me despido así de Malasia, un país donde he encontrado a la gente más simpática de todo el sudeste asiático, espectaculares islas y selvas (es uno de los 18 países "megadiversos") e impresionantes fondos de coral. Un país que va como un cohete y donde se demuestra que las grandes religiones pueden convivir en paz. Esto es para ponerle un tono un poco serio al asunto. 

Después de este descubrimiento, la perplejidad me dejó sin fuerzas para seguir investigando sobre el país, así que me he venido a Indonesia, el país musulmán más grande del mundo, justo cuando empieza el Ramadán.

PD: Dedicado a mi amigo Tito y al resto de amigos atléticos del mundo

Con el primo del Kun Agüero en Perhentian Island
En la vida aprendí que hay que observar la realidad, cotejarla con lo que uno piensa y decidir qué hacer. Oscar Tabárez

No hay comentarios:

Publicar un comentario