domingo, 15 de enero de 2012

Sur o no Sur: cambio de planes no planeados. Argentina


El personaje que escribió estas notas murió al pisar 
de nuevo tierra argentina, el que las ordena y pule, yo,
no soy yo, por lo menos no soy el mismo yo interior. 
Ese vagar sin rumbo por nuestra "Mayúscula 
América" me ha cambiado más de lo que creí. Ernesto Che Guevara 
Y llegué a la Argentina, la tierra de Maradona, del Fernet, de Kevin Johansen, de Mafalda, del Che Guevara, de la pasión llevada al extremo, el país donde la religión mayoritaria es el fútbol y el segundo lugar, después de Barcelona, donde más argentinos hay. 


Describir a los argentinos es harto complicado. Podría decirse que son chovinistas, orgullosos y se quejan como los franceses, que son lisonjeros y aduladores como los italianos, fanfarrones y equilibristas de las normas como los españoles y negociantes como los judíos.
En realidad, con tal mezcla planetaria es imposible aglutinar a todos en una sola descripción y sería injusto identificar a todo el país con el estereotipo del porteño que llega a España. Independientemente de si la descripción anterior se acerca a la que vosotros haríais, lo que puedo afirmar sin lugar a la discrepancia es que los argentinos han hecho mucho daño a los españoles. No a todos, sólo a los hombres. Desde su masiva llegada hace unos años han acostumbrado a las españolas a recibir lisonjas, promesas, halagos y piropos de un nivel estratosféricamente avanzado al que los locales no logramos ni acercarnos y esta situación ha provocado que nuestras relaciones con las mujeres se hayan vuelto aún más complicadas. Incluso conozco a gente que se hace pasar por argentino para ver si alguna "mina le da bola" o se apunta a cursos para hablar como ellos, que parece que tiene más éxito. 


Pero no me quiero desviar del tema ni que parezca que les guardo algún rencor. Como decía, definir a los argentinos es tan complicado como entender la argentinidad o el peronismo, que parece que ha pasado a llamarse Kirchnerismo o, últimamente, Cristinismo.


Plaza de Mayo: Parece que todo se concentra aquí. Llego al país en un momento histórico y complicado y casi todo lo que está sucediendo se puede aprender en esta histórica plaza donde se encuentra la Casa Rosada. En poco meses se cumplen aniversarios de dos de los hechos que más han marcado la historia reciente del país. Me refiero a los 10 años del "corralito", que dejó al borde de la indigencia a gran parte de la clase media del país y del que aún se están recuperando y los 30 años de la infame guerra que la dictadura se inventó en sus últimos meses de vida. Para colmo, una de las instituciones más conocidas y respetadas del país, Las Madres de la Plaza de Mayo, están siendo investigadas por corrupción y desvío de fondos.

Sin embargo y sin salir de la plaza, lo más destacado de las últimas semanas y años ha sido la reeleción de Cristina Kirchner, la reina absoluta de Argentina, una presidente más populista que Chavez y más autoritaria que una dictadora, que cultiva una patética imagen de viuda llorona y de madre del pueblo necesitado y que se organiza exposiciones fotográficas de autobombo en las que muestra su sufrimiento por cuidar al país. Creo que cualquier día se teñirá de rubia para parecerse más a su imitada Eva Perón y cambiará las leyes para perpetuarse en el poder. Antes no entendía cómo esta mujer había salido reelegida, pero ahora lo entiendo. Algunos lo llaman "hipnocracia". Ay, si no fuera por toda esta gentuza, este país iría como un cohete. Leed este blog
¡Argentina, región de la aurora!
¡Oh, tierra abierta al sediento
de libertad y de vida,
dinámica y creadora!
Rubén Darío
Planes milimétricamente intercambiables
Después de pasar unos días en Buenos Aires, el plan era tomar, que no coger, un bus que nos ayudara a devorar unas cuantas millas por la noche y, desde allí, alquilar un coche para aventurarnos por la legendaria Ruta 40, la única carretera con web propia, que vertebra el país durante 4.874 kilómetros. El destino elegido para la primera parada era Bariloche, pero acabamos en Puerto Madryn, puerta de entrada de la Península Valdés, donde llegamos después de 20 horas de bus, 3 de las cuales fueron necesarias para salir de la capital. A pesar de que la cifra de 20 horas asusta, no se me hizo pesado, era el primer día de ruta por Argentina, me apetecía salir de la capital y tenía por delante dos semanas para disfrutar de unos amigos y de un viaje que ya empezaba a escabullirse de un plan que nunca llegó a existir.


De todos modos, ¿para qué son los planes? 
La sabiduría de la mala suerte se convirtió en la mejor de las noticias y lo que iba a ser un road trip atravesando unos 3000 kilómetros de la enormidad argentina se tornó en una experiencia totalmente diferente. Ante la imposibilidad de encontrar un coche de alquiler, nos quedamos con la opción de atravesar el país en bus. En cualquier otro lugar prefiero la libertad del coche, poder salir cuando quieras y detenerte donde desees, pero en este caso fue una suerte no tener que conducir durante miles de monótonos kilómetros en los que no hay nada diferente a las 20 horas anteriores.
De hacer en coche la Ruta 40, que es una carretera sin asfaltar, pasamos a la Ruta 3 en bus y aunque nuestra aventurera roda trip se había evaporado, pudimos disfrutar cómodamente del paisaje y la lectura desde nuestros cómodos asientos.
Todo lo trascendente de nuestra empresa se nos escapaba en ese 
momento, solo veíamos el polvo del camino y nosotros sobre la 
moto devorando kilómetros en la fuga hacia el norte. 
Ernesto Che Guevara 
Puerto Madryn es una ciudad que no tiene nada en tierra firme. Lo único que te puede llevar allí es contemplar las ballenas que se pueden ver desde la costanera, es decir, el paseo marítimo. A pesar de ser un importante puerto pesquero, fue imposible hacer una pausa en la dieta carnívora porque no hubo manera de encontrar pescado en un país donde parece pecado comer otra cosa que no sea carne, pasta o empanadas. Nuestro objetivo era visitar la Península Valdés, un sitio alucinante donde pudimos comprobar lo duro que habría sido recorrer las carreteras de tierra cercanas a los Andes, pero que disfrutamos tremendamente por la posibilidad de contemplar paisajes imponentes y un buen número de animales de esos que impresionan al más insensible.


Inmensas llanuras solitarias, aisladas estancias, acantilados, playas kilométricas azotadas por un mar embravecido, guanacos, leones y elefantes marinos, orcas y pingüinos. Un comienzo alucinante para el viaje.


Se acerca fin de año y tenemos que decidir dónde lo celebraremos.


PD: Recomiendo ver las películas Nueve Reinas y Memoria del Saqueo
Cada vez que me pregunto de dónde sacamos tanta fuerza, miro a un argentino o argentina a los ojos y lo entiendo todo. Cristina Fernández de Kirchner

1 comentario:

  1. [...]y el segundo lugar, después de Barcelona, donde más argentinos hay.[...]
    JAJAJAJAJA Me encanto!! jajaja

    lastima que ya pasaste me hubiese encantado conocerte, me encanta tu blog!
    yo espero poder comenzar mi viaje muuy pronto!

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