Solidaridad con los franceses I: ora et labora

Sí, ya sé que yo he sido siempre muy crítico con los franceses y medio planeta les odia, que se creen los mejores en todo, que son pretenciosos, fríos y orgullosos y, por supuesto, se quejan por todo.

Sí, todo es cierto y nada lo va a cambiar, pero en los próximos días os iré dando datos para demostrar que el problema no es que se quejen mucho, sino que no lo hacen de lo que deben y eso es lo que irrita al resto del mundo.

De hecho, las últimas críticas que he escuchado hacia los franceses por quejarse de que les han subido la edad de jubilación de los 60 a los 62 años, me parecen injustas.

No porque en España estemos peor les tenemos que llamar llorones, lo que tenemos que hacer es aprender de sus quejas y perfeccionarlas y si ellos piden jubilarse a los 60, yo voy más allá y propongo la jubilación a los 40. ¿Por qué a los 60 y no a los 40? Bueno, el que quiera, que siga trabajando hasta los 70, que siempre hay alguno que, por no estar en casa, es capaz de pedir que le pongan a barrer las calles.



De hecho, seguro que hay alguno que se cree eso de que el trabajo da la felicidad, así que todos esos buscadores incansables de la felicidad en el trabajo, son bienvenidos al sistema contributivo hasta que la encuentren.

Pues nada, ya está resuelta la financiación del sistema. En cuanto se lo cuente a los franceses, se va a liar una buena.

El próximo día 23 habrá otra jornada de huelga en Francia y, como ya habré aprendido suficiente francés y seguro que no me dejan llegar a la escuela, me voy a plantar con una pancarta en la que defienda la jubilación a los 40. Buscadme en el Telediario de la 2.