jueves, 3 de marzo de 2011

De Christchurch a Dunedin


"Unfortunately your hotel is inside the city center cordon where no person is allowed to get in. Right now, there is not a single bed available in the city so you should stay at the airport until tomorrow morning"

Son las 11 de la noche y estoy cansado del viaje desde Melbourne. Aún me he acabado de acostumbrar al cambio de hora y parece que esta noche tampoco lo lograré. Sinceramente, después de recibir una confirmación esta misma tarde de mi reserva, no me esperaba este recibimiento, pero luego me han dicho que toda la gente que vivía en el centro ha sido evacuada y no han podido ni avisar.

La llegada a Christchurch me produce sentimientos encontrados. Por un lado, pienso que ahí afuera sólo me puedo encontrar una ciudad desolada y sumida aún en cierto caos, una población intentando recuperarse anímicamente de la catástrofe que les ha tocado padecer y bastantes personas destrozadas por la pérdida de seres queridos.

Por otro lado, sé que no es precisamente el destino ideal para comenzar este sueño, pero ya me había hecho a la idea, al no poder cambiar el billete, de pasar un día en lo que queda de la ciudad y ver con mis propios ojos los efectos devastadores de la naturaleza. Pensaba que, lo mismo que me impresiona ver ciertos fenómenos geológicos y sus efectos en la naturaleza, me produciría gran impacto, rodeado de un morbo malsano, ver lo que sucede cuando eso mismo ocurre en "territorio humano".

En el aeropuerto sigue habiendo gente arreglando los desperfectos. Hay grandes carteles que indican dónde poder obtener comida y cama si lo has perdido todo y aunque ya no es tan caótico como hace unos días, está plagado de gente que no tiene alojamiento y que está esperando una plaza en algún avión para salir de aquí o, como me sucede a mi, le toca pasar la noche en cualquier rincón esperando a alguno de los autobuses que, a primera hora de la mañana salen hacia el Sur.

Todo el centro de la ciudad está acordonado y los bomberos calculan que deberá permanecer cerrada durante no menos de 7 meses hasta que se terminen las labores de demolición. Esta mañana, mientras veía las noticias de la BBC, una mujer se me ha acercado y, cuando han empezado a hablar de los cuerpos que esperan encontrar bajo los escombros de la catedral, se ha puesto a llorar. Ha sido muy duro verlo tan cerca y creo que lo mejor es que me marche esta misma mañana.




En mi caso intentaré llegar a Dunedin y de allí a Queenstown para visitar la zona de los fiordos, un destino mucho más bucólico que Christchurch, que tendrá que esperar indefinidamente.

Esto acaba de empezar, pero nadie dijo que sería fácil, ni difícil, simplemente una aventura y como tal, disfruto hasta de los momentos complicados.

1 comentario:

  1. Gonzalo, no te separes de tu cuaderno de notas ni de tu camara, no reprimas tus emociones y continua regalándonos esas raciones periódicas de "nohurries" que nos alimentan el alma...

    Un abrazo . Pere

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